El futuro de la tecnología en el arte

Vengo de una exposición interactiva sobre Deep Fake en las artes, alojada en los pabellones de la Universidad Politécnica de Lausana (EPFL). Esta institución suiza, que desarrolló en 2019 la tecnología para el reconocimiento de deepfakes "humanos", es una excelencia mundial en el campo de la ciencia y la tecnología. Quiere ayudarnos a entender el futuro de la tecnología en el arte.

El tema es muy actual; lo digital permite crear falsificaciones artísticas casi indistinguibles del original. Pero también permite la utilización de las obras fuera de sus lugares de origenpara sortear problemas políticos o de seguridad. Y es en esto en lo que se han concentrado los organizadores, para evaluar la capacidad de una copia de provocar emociones duraderas en el tiempo.

Las herramientas de la tecnología en el arte

En una exposición moderna, la interactividad lo es todo. Durante años he apoyado el "museo", concebido como grandes salas / aparcamiento de objetos, muertos en la mayoría de los casos. Las excepciones son algunas obras maestras que todavía hoy atraen a miles si no millones de expertos y curiosos por su fama, pero esto no es la norma. En Suiza, más de 75% de los museos no llegan a 5.000 visitantes al año. Pero incluso en Italia, la asistencia ha aumentado en los últimos años (excluyendo el periodo de la pandemia). Esto sugiere que estamos avanzando en la dirección correcta para modernizar el servicio ofrecido.

Las herramientas utilizadas para añadir tecnología al mundo del arte son principalmente pantallas táctiles, hologramas, mixto, aumentado y realidad virtual.

Proyección 3D multivista o multivisor

Mea culpa, no conocía una hermosa tecnología: la proyección 3D multivista, o multivisor. El funcionamiento es sencillo sobre el papel, aunque técnicamente complejo debido a la enorme cantidad de datos que hay que procesar. Un videoproyector, concretamente el Insight 4K HFR 360 (juguete valorado en más de $ 300.000), proyecta 360 fotogramas por segundo en resolución 4K. Esta excepcional velocidad de fotogramas, combinada con unas gafas 3D activas (obviamente sincronizadas con esa velocidad de fotogramas), permite la reproducción simultánea de 3 vídeos estereoscópicos diferentes, lo que proporciona 60 fps a cada uno de los ojos.

Lo probé y, aparte de la incomodidad inherente al uso de gafas activas para un usuario de gafas "normales". como yo, la visión es perfecta.

Para mejorar aún más la situación, 6DOF Seguimiento (con seis grados de libertad, entiende hacia dónde miramos y dónde estamos en la habitación). Sistema similar, si no igual, a los utilizados para las gafas HTC Vive VR (o las antiguas Oculus). En términos sencillos, el vídeo 3D cambia de perspectiva a medida que nos movemos por la sala, para conseguir el efecto de "ver detrás" de los objetos proyectados. Un cambio de paralaje, copiado de la realidad virtual. Y aquí también, una bonita forma de añadir tecnología al arte.

Una nota sobre el protagonista: la digitalización con técnicas láser y escáner del Abadía del Monte San Michele en Bamburgo (Alemania). Cerrado en 2012 para ser restaurado tras importantes daños estructurales, puede por tanto visitarse virtualmente.

Fotogrametría 3D automática con CultArm3D

En un mundo cada vez más automatizado, donde los humanos son cada vez menos necesarios (¿le parece un problema?), ya no impresiona ver un brazo robótico fotografiando una máscara a lo lejos para recrearla en 3D. Es laCultArm3D.

Se trata concretamente de una reproducción en 3D de la máscara samurái del periodo Edo. Y se trata del primer escáner del mundo capaz de producir una copia 3D perfecta mediante fotogrametría 3D automática. Producida gracias a la investigación del Instituto Fraunhofer de Informática Gráficade Darmstadt (Alemania), es capaz de calcular el tamaño del objeto, escanearlo (incluso en el caso de materiales reflectantes), recrearlo en tiempo real en color en 3D y luego utilizarlo en realidad virtual o aumentada, o imprimirlo.

La impresión 3D realista es posible gracias al desarrollo de la impresión 3D en color adaptable. En este caso concreto, las tecnologías de la israelí Stratasys se utilizan. Todo con un objetivo declarado: mostrar obras antiguas sin riesgo de estropear los originales.

A mi modo de ver, bien pero no muy bien... Falta poesía en un objeto así, y no sé cuántos lo sustituirían por el verdadero original. El caso es que en otros casos que no sea el de la imprenta, una máquina así permite un ahorro de tiempo importante para la digitalización del patrimonio cultural mundial (y en Italia hay mucho que hacer).

La inteligencia artificial nos pone en alerta

Esto es lo primero que se imagina uno cuando piensa en el futuro de la tecnología en el arte. Bonito, y al mismo tiempo un poco aterrador, Confiar en la IA nos invita a sentarnos frente a ella, quitarle la máscara para que pueda ver mejor y responder a sus preguntas.

Su rostro es un holograma, nos informa de nuestros datos personales (edad, sexo, color de pelo) y piratea progresivamente nuestra cara hasta asumir nuestra apariencia. En su discurso, tras haberle "robado" su personalidad, quiere alertarnos sobre los datos que compartimos en línea; cómo estos pueden ser utilizados con fines poco nobles por los ladrones.

¿Causa peligros la inteligencia artificial? Desde luego que sí, pero no más que muchas otras innovaciones tecnológicas. Y las instalaciones artísticas como ésta ayudan al público a entender cómo funciona, para defenderse mejor.

La obra fue realizada por Bernd Lintermann y Florian Hertweck en el ZKM | Hertz-Laben respuesta a la inquietante propagación de deepfakes. Le invito a leer el artículo largo en el que describen el proyecto; sin duda es interesante.

Realidad aumentada para visitar monumentos históricos

Bonito, divertido para los niños, pero aparte de eso, visitar una cueva reproducida en 3Den realidad aumentada con un iPad en la mano, No creo que sea la mejor manera de utilizar la tecnología en el arte. Me parece inútil, un puro ejercicio de estilo; no quiero a los creadores que sí han sido excepcionales.

Eso sí, estamos hablando de uno de los Cuevas de Mogaocerca de la ciudad de Dunhaung (China) que se remonta al Dinastía Tang. Por lo tanto, algo muy antiguo en peligro por el exceso de turismo. Las representaciones digitales son bienvenidos, pero esto es 100% el campo de la realidad virtual: un allanamiento de AR no produce los mismos resultados.

Sostener la gran tableta en la mano es incómodo, para empezar. Y ya que todo está reconstruido en 3D, ¿por qué no aprovechar la RV para sentir que estás allí de verdad, y no entrar en un cubo negro con texturas blancas dibujadas en la pared?

La realidad aumentada puede hacer mucho por mejorar la calidad de una visita turística, pero en el lugar real. Puedes ayudarte de un iPad para reproducir en vivo escenas del pasado, leyendas, vídeos descriptivos de un punto concreto... Pero una mera visita virtual, hagámoslo bien.

Realidad aumentada que nos hace pensar

Nada más entrar en la exposición, dos obras despiertan la curiosidad. La "Sartén reclinada", de la que hablaremos en breve, y un pedestal blanco aislado. Esta es la base de "El Becerro de Oro” por Jeffrey Shaw. Un ternero que toma forma sólo apuntando al objeto con un iPad que, gracias a la realidad aumentada, lo reproduce.

La importancia de El Becerro de Oro es muy clara pensando en el año de producción: 1994. Shaw fue un auténtico pionero en el mundo de la realidad aumentada y, obviamente, en su forma original no había un iPad, sino una pantalla equipada con seguimiento de movimiento. magnético. Polhemusuna de las pocas empresas que ofrecía esta tecnología a finales del siglo pasado.

El efecto más interesante son los reflejos en la pantorrilla. Cuatro cámaras colocadas a los lados del pedestal reproducen nuestra imagen sobre el sujeto para darle ese toque extra de realismo. Y para que la obra sea siempre diferente, para querer convertir al propio espectador en coautor. Y el ternero, escurridizo, es el objeto de nuestros deseos.

Impresión 3D para la protección de la escultura

El "Pan reclinado" es la copia moderna de una copia antigua. La obra original se atribuye al escultor florentino Francesco Da Sangallo, realizada hacia 1535. A su vez, era una copia de la que, sin embargo, se ha perdido el original.

El artista contemporáneo Oliver Laric hizo un escaneado en 3D del mismo (que puede descargarse gratuitamente de Exploraciones en tres D) y luego imprimirlo en muchos materiales diferentes. El resultado es una obra nueva, moderna y provocadora. Pone en tela de juicio la veracidad de lo post-original en la era moderna, rechazando el postulado de la singularidad del arte y su propiedad privada.

Laricpor su popular trabajo, ha puesto numerosas obras escaneadas en 3D a disposición, de forma gratuita, de todo aquel que quiera descargarlas de la web Sitio web de Three D Scans.

Nuevos caminos para el futuro de la tecnología en el arte

No he descrito aquí todas las obras, que fueron más de veinte. He querido hablar de las que sobre todo nos hacen reflexionar sobre los cambios que la tecnología está aportando al mundo del arte. Además de éstas, cabe mencionar también la blockchain, que aquí estuvo representada por la obra multimedia "89 segundos hasta Alcázar", por Eve Sussman. Vídeos cuyos derechos se han dividido en 2.304 "átomos" de 20 × 20 píxeles, y se han vendido a través de blockchain. Y cuya reproducción en la EPFL estaba llena de agujeros, ya que algunos propietarios de átomos no consintieron su visionado público gratuito.

Un futuro brillante, en el que el dominio público será cada vez más importante. Pero, al mismo tiempo, un futuro en el que los artistas tendrán cada vez más formas de experimentar sus creaciones, de difundirlas a todo el mundo.

En el que será más fácil organizar exposiciones temáticas de arte, incluso en pequeñas realidades, sin los enormes costes de transporte de obras de gran valor.

En la que los espectadores podrán admirar y estudiar obras de arte de todo el mundo, y de todas las épocas, sin necesidad de recorrer miles de kilómetros. Lo cual, por Dios, es hermoso. Pero a veces, y para algunos, imposible.