Vídeo Fulldome: ¿el cine del futuro?

Podemos describir el cine del futuro próximo con tres simples palabras: tecnología de bajo presupuesto. No quiero decir que las grandes producciones internacionales vayan a morir totalmente, al contrario, permitirán a la industria experimentar con las últimas tecnologías e innovar el mundo. Pero esas mismas tecnologías están abriendo las puertas a una nueva revolución: la que pasa por encima de los grandes estudios.

Un cine más democrático

Producción virtual (También tuve que escribir la entrada en Wikipedia Italia 😃), captura de movimientosInternet, la tecnología digital y, sobre todo, la formación de bajo coste, permiten dejar de estar bloqueado por los grandes presupuestos. Incluso los nuevos directores, o técnicos, pueden dar su opinión con un modelo sostenible. En el pasado, bajo presupuesto a menudo significaba ganancia superbaja. Sin el apoyo de la financiación pública (que especialmente en nuestras latitudes sólo aportan Chippuòamigos y parientes), era imposible pensar en producir una obra cinematográfica, incluso un documental de nivel medio, sin perder miles de euros.

Todo esto se reflejaba en los costes para el público, dictados por los grandes vestíbulos que hacían incómodo para muchas familias pobres disfrutar del Séptimo Arte. Un día de cine para una familia sigue teniendo un coste comparable al de meses de Netflix. Las ventajas de la distribución digital son enormes, pero no se pretende que sea el único método.

Las aptitudes personales son más importantes que el presupuesto

Un gran one-man-band, hoy puede potencialmente crear una película por su cuenta. Y, sobre todo, una película de buena calidad. La participación de influencers puede ayudar incluso a la distribución (haré un artículo sobre esto pronto, ahora que lo pienso). Era inimaginable hasta hace unos años, ¿verdad?

Por supuesto, siempre ha sido posible hacer cine sin presupuesto. Miles, quizá millones, de jóvenes directores lo han hecho en el pasado. Pero se trataba de resultados muy diferentes: sin salas de decenas o centenares de miles de dólares (Red et al.), sin estudios internacionales, sin enormes equipos de técnicos especializados (que eran raros y caros, dadas las dificultades inherentes a la formación), se encontraba al máximo posible para crear películas que no están en el mercado y de una calidad que tiende más al bajo nivel que al medio. Calidad técnica, pero también limitaciones en la narración causadas por la imposibilidad técnica de reproducir muchas ideas ingeniosas.

Hoy en día, esto ya no es así. Un ordenador bien blindado, con una tarjeta gráfica de primera y un motor de renderizado en tiempo real (entre los cuales los más populares en el ámbito cinematográfico, Motor Unreal, se distribuye gratuitamente...) permite obtener unos gráficos 3D que poco tienen que envidiar a los grandes. Y pueden hacer crecer mucho a los pequeños productores en el cine del futuro.

Tecnologías para el cine del futuro

Pasemos a analizar algunas de las tecnologías que podrían ayudarnos en el nuevo uso cinematográfico. Inicialmente esperaba insertar más de una ya en este artículo, pero dada la extensión del mismo he preferido limitarme a hablar aquí del vídeo fulldome, prometiéndome un artículo en los próximos días que continuará la discusión.

Vídeo Fulldome

La videoproyección Fulldome es una tecnología que apoyo desde hace años. Se trata de la visualización de una proyección de vídeo sobre el techo de una cúpula, para tener una visión hemisférica. Es una de las mejores formas de sentirse "dentro" de una historia, sin necesidad de utilizar (e introvertidos) visores de realidad virtual.

Breve historia de los planetarios

La tecnología dista mucho de ser nueva. De hecho, se utiliza para la divulgación científica en planetarios de todo el mundo. La construcción en forma de cúpula más antigua que se conoce data del año 500 a.C., obra de los etruscos. La historia del arte, y la visita a iglesias y estructuras antiguas en todos los rincones del mundo, nos enseña cómo esta forma se ha utilizado a menudo en diversas épocas para representar el cielo, el Paraíso y el firmamento.

Para conocer el primer planetario "en funcionamiento" (quiero decir, en movimiento), hubo que esperar hasta 1229, cuando Federico II de Suabia, Emperador del Sacro Imperio Romano GermánicoEn su viaje de regreso a Italia, llevó una tienda con techo abovedado en la que un planetario mecánico estaba colgado: un mecanismo de relojería, con un globo terráqueo en el centro (que representa el Sol), del que parten unos brazos que sostienen los planetas entonces conocidos. Para saber más sobre la historia de los planetarios mecánicos, este libro de 1965 es interesante (la lectura es libre y gratuita).

El principal inconveniente, o diferencia, de los primeros planetarios era la representación del cielo al revés: el observador veía el sistema solar como si estuviera fuera de él, y no sobre la Tierra. Esto seguía siendo así en 1774, cuando el astrónomo Eise Eisinga construyó, él solo, lo que hoy es el planetario más antiguo todavía en funcionamiento. Puede visitarla si pasa por la ciudad de Franekeren los Países Bajos.

Entre los siglos XIX y XX, las innovaciones fueron muchas y rápidas. El nacimiento de Carl Zeiss en 1846 aumentó drásticamente la calidad de los instrumentos ópticos (que antes se fabricaban sin diseño previo, digamos que "por ensayo y error").

Luego pasamos a planetarios mecánicos cada vez más precisos, y el Globo Atwood en Chicago hizo historia. Una cúpula metálica de unos 5 metros construida en 1913, con 692 agujeros para representar las estrellas, y una lámpara para representar el Sol. Por primera vez, el concepto de planetario era el moderno: el espectador veía el cielo, como si estuviera en la Tierra bajo la bóveda celeste real.

Los primeros planetarios modernos

Durante el siglo XX, la evolución continuó, los planetarios pasaron de ser instrumentos raros al alcance de reyes y científicos, a lugares de divulgación científica abiertos a todos.

El primer planetario de proyección fue construido por Zeissque en 1923 probó el primer Proyector planetario Carl Zeiss en su cúpula de 16 metros. Aún hoy, obviamente actualizados, son utilizados por algunos grandes planetarios como alternativa a los sistemas digitales. En los años siguientes se abrieron planetarios en Múnich, Roma, Moscú, Estocolmo, Milán, Hamburgo y el primero no europeo: el planetario de Chicago. Esto continuó en todo el mundo hasta 1983, el año del punto de inflexión digital. El punto de inflexión que me llevó a hablar de planetarios en un artículo sobre el cine del futuro.

Cómo nació el vídeo fulldome

Aquí llegamos a un punto fundamental: cómo nació el vídeo fulldome.

1983, dijimos. Estamos en Estados Unidos, en Richmond. Más concretamente, en el Museo de Ciencias de Virginia. Aquí el mundo ve por primera vez un videoproyector digital en un planetario. Era diferente de los proyectores a los que estamos acostumbrados hoy en día: el Digistar Ifabricado por Evans y Sutherland, utilizaba la proyección caligráfica. Reconozco ser un ignorante en la materia, nunca en mi vida he tenido nada que ver con esta tecnología. Y la breve entrada en Wikipedia no es de mucha ayuda. Por supuesto, se trataba de una proyección vectorial (por tanto, por definición, poco realista y poco detallada) y monocromática (creada por un único rayo láser). ¿Alguien puede ayudarnos a entender el principio de funcionamiento en los comentarios? Sería interesante, por pura curiosidad histórica.

El caso es que entonces llegaron los años 90 con los primeros proyectores DLP y LCD. En 1996, la japonesa GoTo Inc. dio a luz a la Virtuariumdiseñado específicamente para la proyección de vídeos científicos estereoscópicos en una cúpula planetaria. Dos años más tarde, Sky-Scan introdujo SkyVisionla primera animación digital a cúpula completa.

El equipo seguía siendo prohibitivo, pero estábamos cerca de lo que hoy es un planetario digital fulldome. Y que podría convertirse en el cine del futuro.

Cine fulldome barato: ¿es posible?

El problema de los planetarios digitales era el coste de los equipos. Un videoproyector de alta resolución y buen contraste en los años 90 y 2000 tenía costes muy elevados, decenas o cientos de miles de euros. Más aún con un buen objetivo ojo de pez capaz de proyectar sobre una superficie semiesférica sin distorsiones apreciables. Por lo tanto, para resolver el problema hay que retroceder un poco, de hecho mucho... El 20 de octubre de 1939, cuando el neoyorquino James S. Conant presentó a la oficina de patentes lo que tres años más tarde se convertiría en la patente US2299682A.

Proyección fulldome con espejo convexo

La patente trataba de un sistema de disparo y proyección (fotográfico, para la época) que podríamos definir como "newtoniano", por el nombre del inventor del telescopio de reflexión. La técnica no se utilizó en planetarios hasta 2003, cuando Paul BourkeUn profesor universitario australiano la retomó para adaptarla al entonces creciente negocio de los pequeños planetarios digitales.

El principio es muy sencillo: la imagen se proyecta a través de una lente clásica para pantallas planas (un proyector de vídeo normal, por así decirlo) hacia un espejo convexo muy similar a los espejos de vigilancia que hasta hace unos años podían verse en las esquinas de todos los supermercados. A continuación, este espejo desvía la imagen hacia el techo de la cúpula, lo que permite mantener las proporciones adecuadas.

Para mantener buenos detalles, es importante evitar en lo posible los reflejos secundarios debidos al efecto fantasma. Por eso solemos evitar los espejos de vigilancia baratos, prefiriendo (mejor dicho, necesitando) espejos de primera superficie. Son espejos con una superficie reflectante (plateada, normalmente aluminio o plata), superpuesta a un soporte. Lo contrario de lo que ocurre en los espejos normales (llamados segunda superficie) que tienen el material reflectante detrás de otro transparente como el cristal o el acrílico (para protegerlo). Para más información, el fabricante de espejos Abrisa ha escrito un artículo interesante sobre las diferencias entre los dos tipos de espejos.

El problema de estos espejos es su delicadeza, y el riesgo de ennegrecimiento de los mismos (que por tanto deben ser tratados periódicamente). Para los fines de una proyección fulldome, el plateado con aluminio, menos costoso, también sería bueno, ya que el sistema utilizado para los telescopios newtonianos tiene necesidades científicas de naturaleza muy diferente (maximizar las frecuencias del espectro luminoso reflejado).

Dudas de la comunidad científica

En Planetario editada por el Sociedad Internacional de Planetariosen el Número de marzo de 2001 publicó varios comentarios sobre el probable uso, en el futuro, de los planetarios como lugar de entretenimiento no relacionado con fines científicos. Interesante Ken Miller, cuando menciona al propietario de un pequeño cine que, tras probar diversas innovaciones tecnológicas, afirmó que la causa de una mala recaudación es siempre una mala película, un mal guión y una mala actuación. Lo que cuenta es el mensaje, no el medio. Y en esto estoy de acuerdo en parte. Puedo argumentar desde mi experiencia que el mismo mensaje con un medio mejor sigue siendo un mensaje mejor.

¿El cine del futuro será fulldome?

En este artículo aún es demasiado pronto para dar una respuesta definitiva. En las próximas semanas analizaremos otros detalles y otras tecnologías, pero sigo bastante convencido de que la cúpula fulldome puede ser un gran compromiso en el siglo XXI. La tecnología nos ha acostumbrado a herramientas cada vez más inmersivas, y las inversiones en realidad virtual y realidad aumentada de los últimos años empujan en esta dirección.

Estaba muy ilusionado con la realidad virtual, pero últimamente empiezo a pensar que su futuro puede ser menos halagüeño de lo esperado. Espero Manzanaen el sector para tener una idea más clara, por ahora el principal patrocinador es Meta Inc., también conocida como Facebook, una empresa que, a pesar de la opinión común, nunca ha destacado por su capacidad para predecir el futuro. Una empresa que ha crecido gracias a una única buena idea de su fundador Zuckemberg y a su capacidad para atraer inversiones, pero que posteriormente se ha desarrollado sólo gracias a la adquisición de buenas ideas, casi alternativas, que funcionan bien en el mismo sector.

La realidad virtual seguirá teniendo un buen éxito para los fines para los que se diseñó inicialmente. Tiene un gran potencial en los juegos y en contextos culturales y educativos, y su empuje mediático puede servir para aumentar el interés por una innovación de la narración en imágenes para acercarse a una "realidad virtual colectiva".

Tal y como imagino la situación a día de hoy, será la realidad aumentada la que más tiempo nos ocupe durante el día. También será fundamental un análisis sobre el uso de la RA para la interactividad en el cine del futuro.

Como siempre, me alegraría mucho que pudiéramos crear un debate. Por ello, te invito a que comentes, critiques o aportes nuevas ideas a este artículo. Y dándote las gracias, te cito en los próximos días para un próximo viaje.